Cada fin de vendimia reafirma el compromiso que la bodega tomó hace más de una década: transformar profundamente la forma de hacer vino. Chakana eligió una viticultura orgánica y biodinámica, enfocada en la regeneración del suelo, la mínima intervención y el respeto riguroso a los ciclos naturales.
“Cuando aprendemos a acompañar los ritmos del viñedo en lugar de imponerlos, todo cambia. Hacer vino se convierte en una forma de escuchar”. explica Facundo Bonamaizon, Ingeniero Agrónomo de Chakana.
Esta filosofía se nutre del principio andino del Ayni que enseña a dar para recibir: trabajar junto a la tierra, no contra ella. Una sabiduría ancestral que cobra plena vigencia en un contexto global cada vez más atento al impacto ambiental.
Para esta fecha la bodega elige compartir uno de sus vinos más representativos: Ayni Malbec 2020. Nace en Paraje Altamira, a 1100 msnm, en un ecosistema diverso y saludable. Ayni refleja con fidelidad su origen: suelos vírgenes llenos de vida, grandes piedras cubiertas de carbonato de calcio, y un paisaje donde crecen tomillo, lavanda, jarilla y cactus, entre aves y zorros.
“Ayni expresa el lugar tal como es, mostrando en cada añada el equilibrio entre nuestro trabajo y la esencia viva del viñedo”, cuenta Leo Devia, enólogo de Chakana.
El Día de la Chakana festeja un ciclo que se cierra y otro que comienza. Una pausa para honrar el camino y seguir cultivando una forma de estar en el mundo.
Sobre Chakana
Chakana es una de las bodegas argentinas pioneras en agricultura biodinámica. Produce vinos de montaña con una visión regenerativa en dos terroirs emblemáticos de Mendoza: Paraje Altamira, a 1100msnm (Valle de Uco), y Agrelo, a 960msnm (Luján de Cuyo). Su compromiso es crear vinos auténticos, con mínima intervención y profundo respeto por el entorno.
Instagram: @chakanawines | Web: www.chakanawines.com
Ficha Técnica: Ayni Malbec “Paraje Altamira” 2020
Composición varietal: 100% Malbec
Origen: Finca Ayni, Altamira, Valle de Uco, Mendoza, Argentina.
Altitud: 1100 metros
Suelos: Franco arenoso, con gravas cubiertas de carbonato de calcio a profundidades variables entre 30 cm y 70 cm
Viticultura: Orgánico, certificado en transición, Vegano, GMO free.
Clima: temperaturas medias con buena amplitud térmica, humedad relativamente más elevada que otras zonas de Mendoza.
Vinificación: fermentación espontánea con levaduras indígenas, uso moderado de sulfitos.
Producción: 20.000 botellas
Crianza: 12 meses en tonel de 5000 litros sin tostar, y barricas de 500 lts. Nuevas y usadas
Enólogo: Leonardo Devia - Luciana Soler
Alcohol: 14 %
Azúcar residual: -1,80 g/l
PH: 3,8
Acidez total: 5 g/l
Nota de Cata: vino de gran expresión, con notas de frutos rojos maduros, especias y un toque mineral. Taninos firmes y final largo.