Situado en las cercanías de Nordelta, Tero se presenta como un oasis gastronómico donde la fusión de sabores se evidencia en cada preparación . Este restaurante y salón de eventos con servicio de catering combina tradición e innovación en una propuesta culinaria integral, marcada por la calidad de los ingredientes y la atención al detalle. En un ambiente moderno y rústico, con una acústica adecuadamente diseñada, este lugar no sólo brinda un espacio ideal para celebraciones y encuentros, sino también una experiencia íntima que invita a disfrutar y compartir.
La estética combina modernidad y armonía con el entorno. Se destaca sobre un paisaje natural cuidadosamente integrado. A un costado de la entrada, un espejo de agua artificial con flores agrega un detalle natural que complementa la arquitectura moderna del edificio. Grandes macetas con árboles pequeños enmarcan la entrada, donde un mobiliario elegante ofrece un área de espera cómoda y discreta. En el lateral del lugar se encuentra una amplia terraza que da hacia el espejo de agua, permitiendo que sus visitantes disfruten de vistas abiertas y luz natural. Este sector al aire libre se complementa con guirnaldas de luces, lo que lo convierte en un rincón ideal para almuerzos descontracturados o cenas íntimas. Además, el establecimiento ofrece un estacionamiento amplio y seguro, asegurando comodidad desde la llegada.
El interior de Tero despliega una idea estética donde el diseño moderno se fusiona con una ambientación que tiene a la madera como elemento protagonista. La combinación de colores cálidos como el beige, gris suave y toques en negro mate crean un entorno armónico. Al ingresar, lo primero que llama la atención es la amplitud del salón principal: un espacio en donde la luz natural juega un papel primordial durante el día, gracias a sus ventanales de gran tamaño que enmarcan el entorno verde del exterior. El mobiliario combina la sofisticación con toques rústicos, con mesas de madera maciza y sillas tapizadas en tonos neutros. El techo alto exhibe una estructura de vigas que fusiona hierro con madera clara, añadiendo un atractivo visual único. La iluminación es otro elemento clave: lámparas colgantes de mimbre se sitúan en el centro del salón, mientras un espejo con bordes asimétricos en una pared lateral refleja múltiples lámparas colgantes de diseño minimalista, aportando brillo al entorno. Además, se encuentra una barra de bebidas con líneas rectas y base de mármol pulido, acompañada por un fondo que muestra una extensa selección de vinos, iluminada con tonos cálidos que le confieren un toque contemporáneo.
La disposición del salón contempla una distribución que se adapta a todos los gustos. Las mesas pueden organizarse para cenas íntimas o grandes celebraciones, y para quienes busquen reuniones privadas, Tero presenta un sector exclusivo dividido por un diván de madera, donde se sitúan una mesa comunal y lámparas colgantes que la custodian. Asimismo, este lugar dispone de un salón apartado para eventos privados, con capacidad para 30 personas, que se distingue por su privacidad y sobriedad. Aquí se encuentra una mesa amplia, un cómodo sillón, mesas auxiliares y una decoración que va a tono con el resto del ambiente. La acústica, por su parte, es otro de los grandes aciertos: gracias a los aislantes sonoros integrados en el techo por la empresa Willich Argentina, el ruido ambiente se reduce significativamente y se optimiza la calidad de las conversaciones, generando así un entorno más agradable, incluso con el restaurante lleno.
Además, ofrecen un amplio y versátil salón con capacidad para 250 personas, para la organización de todo tipo de reuniones y eventos . Aquí, quienes lo elijan no sólo podrán disfrutar de un servicio de catering personalizado, sino también de decoración, entretenimiento y temáticas personalizadas.
La propuesta gastronómica de Tero
La cocina de Tero refleja esa misma filosofía de equilibrio y contraste . Las entradas abren el apetito con una variedad que combina frescura y sabor. Entre las opciones más sobresalientes se encuentran las vieiras gratinadas con apio en juliana; las gambas al ajillo, langostinos en aceite de oliva y ajo sobre un colchón de papas españolas; y el Petit Camembert de cabra con mermelada de morrones y cebolla, jamón crudo y hojas verdes. También hay lugar para clásicos como las rabas a la romana con salsa tártara y hojas verdes , los langostinos a la milanesa con hojas verdes y salsa alioli; o una burratina con salmorejo (puré frío de tomate), jamón crudo y pan crocante.
En cuanto a los principales, la carta exhibe un recorrido por el mundo de las carnes, los pescados y las pastas . El bife de chorizo a la pimienta llega acompañado de papas rotas, espinaca a la crema y panceta crocante, mientras que la bondiola con barbacoa se sirve con puré de batata y chutney de frutas. La costilla al horno en su jugo, cocida durante cinco horas, es una de las joyas del menú, servida con un puré cremoso saborizado . También se destacan variantes como el pollo a las finas hierbas relleno de queso parmesano y espinaca, con puré rústico, y las milanesas de centro de ojo de bife (napolitana y a caballo), servidas con papas fritas, verdeo, panceta crocante y cheddar.
Asimismo, presentan una sección dedicada a platos hechos en el horno Kamado, con alternativas como el ojo de bife al vino tinto con puré cremoso , los sorrentinos de calabaza con salsa Scarparo, el filet de trucha con salsa de lima, puerros gratinados y espinaca; o las mollejas a la provenzal con papas españolas. Por su parte, para los partidarios de este horno con este tipo cocción, proponen el menú Kamado Joe, que incluye una entrada, un plato principal y una bebida (gaseosa, agua, cerveza o copa de vino Salentein) a un precio promocional.
Para quienes prefieren los sabores del mar, hay opciones como el pescado blanco con salsa de azafrán, que sale con puré de calabaza y verduras grilladas, o el salmón con manteca saborizada, servido sobre cous cous al curry y vegetales salteados.
Las pastas y arroces tienen también un lugar especial . Los agnolotis de jamón y queso se sirven con crema, albahaca y tomate concasse; los sorrentinos de pollo y hongos, con salsa de perejil y champiñones; y los ñoquis soufflé —de espinaca o calabaza— gratinados con fondue de queso y panceta crocante. Completan la sección platos como el risotto del bosque, con portobellos, champiñones, hongos de pino y tomates secos, o el risotto de mariscos, con arroz azafranado y variedad de frutos de mar. También brillan las cintas mediterráneas, papardelle salteados con langostinos, rabas, mejillones y tomates confitados.
Para quienes buscan algo más fresco, el restaurante tiene ensaladas creativas como la de bocconcino y roquefort, con burratina en trozos, queso roquefort, manzana verde, nueces, hojas verdes, tomates confitados y brotes; la de salmón ahumado con mix de hojas verdes, tomates cherry confitados y vinagreta de frutillas, y una ensalada de mar y huerto que combina langostinos y pollo frito con rúcula, tomate y mayonesa saborizada.
El final dulce está a cargo de su carta de postres , que incluye tradicionales como el tiramisú, el flan o budín mixto con dulce de leche y crema batida, o las crepes de dulce de leche, ron, nueces y pasas de uva. También hay alternativas más golosas, como el volcán de chocolate o el de dulce de leche (ambos con helado de crema americana), una copa helada de la casa con brownie, frutas, dulce de leche, helado de crema americana y chantilly, y otras más ligeras como la macedonia de frutas o el helado con frutos rojos.
La oferta de bebidas de Tero cuenta con una selección que abarca desde cócteles de autor hasta vinos de prestigiosas bodegas, pasando por cervezas artesanales y opciones sin alcohol.
En el apartado de cócteles se encuentran clásicos como el Negroni, Old Fashioned y el Margarita, y otros con combinaciones únicas como el Electric Lemonade (vodka, Blue Curacao, limón, almíbar, Sprite y hoja de menta), o la Jagerinha (Jagermeister, lima, azúcar y canela). También, sobresalen sus apartados dedicados al gin tonic, caipiroska y daiquirí, preparados con licores de alta gama.
Para los fanáticos de la cerveza, proponen variedades tiradas de la marca Grolsch, y enlatadas de las marcas Imperial (roja e IPA) y Miller. Quienes busquen bebidas más intensas, este lugar dispone de una selección de whiskys, así como licores que pueden servir como cierre de la velada.
Por su parte, la sección de vinos (blancos, tintos, espumantes y demás cepas) resalta por la variedad de etiquetas. Desde tintos como el Malbec Salentein Gualtallary, hasta blancos frescos como el Chardonnay de la Colección Rutini Wines, cada vino ha sido elegido para maridar con los platos del menú.
Para quienes busquen bebidas sin alcohol, la carta incluye una variedad de aguas saborizadas Aquarius (manzana, pera y pomelo), limonada y gaseosas. Además, se ofrecen infusiones como tés y cafés.
Sin duda, Tero asegura una atmósfera íntima y moderna para disfrutar de una cocina que cautiva con la riqueza de los sabores y texturas.
TERO
Dirección: Av. Agustín M. García 9501, Tigre.
Horarios: lunes a viernes de 12hs a 16hs / jueves, viernes y sábado de 20 a 00 hs (consultar disponibilidad)
Sitio web: https://www.teroresto.ar/
Instagram: @tero.resto.eventos